Anda circulando por ahí una presentación en power point sobre la educación para la ciudadanía, que me parece la conjunción de todos los traumas de la derecha nacionalcatolicista que ha perdido el papel preponderante en la educación. Como todos tenemos alguna persona que nos puede pretender convencer con esa sucesión de dislates, es buena ocasión para hablar de esta asignatura. Y si alguien quiere este power point, que me lo pida.
Yo, sin embargo, estoy profundamente convencido de que la educación para la ciudadanía es un instrumento muy adecuado para la educación de mis hijas. Creo que la manipulación que se está haciendo de los contenidos es absolutamente contraproducente y tendente a eliminar la propia pluralidad que hay en la sociedad. Y precisamente por ello, creo que los valores constitucionales que están en la base de dicha asignatura son adecuados para que el pluralismo que está en la base de la sociedad aparezca finalmente como un elemento del pensamiento colectivo. Es, en definitiva, un instrumento contra el déficit de cultura democrática que hay en nuestro país.
Creo que no estaría de más recordar que con esta asignatura se ha dado cumplimiento a la Recomendación Europea (2000/12) del Consejo de Europa -http://www.coe.int/T/E/Cultural_Co-operation/education/E.D.C/-; que se imparte en en un número considerable de Estados miembros de la unión Europea y que pasó los controles de legalidad del Consejo de Estado con anterioridad a su llegada al sistema educativo. Si se analiza con un poco de cuidado se verá que los valores que la inspiran son la Declaración Universal de los Derechos Humanos y los valores recogidos en la Constitución de 1978, que parte del principio de que "España es un estado social y democrático de derecho" (art. 1.1), que "la educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales" (art. 27.2). Y para los que parten de un planteamiento ideológico diferente no está tampoco de más recordar que una parte de sus contenidos estaban en una asignatura aprobada por el anterior Gobierno.
Como en su dislate ideológico mezclan churras con merinas, hay que recordar que uno de los elementos centrales de la acción futura parte por replantear las relaciones que tiene Occidente con Oriente -no estaría de más recordar dónde está la base de algunos de los problemas de oriente medio-, hay que reaccionar contra la violencia de género -que es una realidad, guste o no reconocerlo-, hay que educar a nuestros hijos en la normalidad que plantean las relaciones entre personas del mismo sexo, creo en el papel transformador de las ciencias sociales y la política de Carlos Marx, y desde luego, creo que lo que hubo en la URSS estuvo tan alejado del socialismo como que el capitalismo que se ha instaurado allí es horroroso. Y, obviamente, creo que el libre mercado es una de las razones fundamentales de la desigualdad, de la utilización abusiva de los recursos naturales y de buena parte de los problemas sociales que hay en el mundo, entre los cuales se encuentra la deslocalización de empresas, instrumento del capitalismo para la explotación del tercer mundo.
Dicho lo cual, creo cada día más que la educación para la ciudadanía es un instrumento muy adecuado de la política educativa y que, desde luego, quiero que mis hijas estudien la referida asignatura. pero al mismo tiempo pienso que hay que separar totalmente la iglesia del estado, manteniendo relaciones de cooperación con todas las confesiones, tal como nos obliga el art. 16 del texto constitucional
